[Entrevista]

“En Mahou San Miguel lo que tenemos son partners, verdaderos colaboradores”

Entrevistamos a Carlos García, Director de Seguridad Patrimonial de Mahou San Miguel

Dentro del enorme sistema corporativo de Mahou San Miguel, ¿qué espacio ocupa la seguridad?

La seguridad dentro de Mahou San Miguel tiene muchas patas. Para empezar, la persona está en el centro. A partir de eso, el cliente está en el centro y desde ahí, la seguridad laboral, los riesgos laborales, la integridad de nuestros sistemas y de nuestro patrimonio.

Trabajamos para superar la visión tradicional de la seguridad para extenderla a todo lo que hacemos.

A lo que hay que sumar que la seguridad en el sector alimentario es especialmente crítica...

Efectivamente, tenemos el riesgo añadido de la parte alimentaria por lo que puede suponer una manipulación o algún tipo de sabotaje en el plano alimentario. Ponemos todas las barreras posibles para una defensa efectiva, eficiente y eficaz en este ámbito.

¿Qué necesidades específicas exigís a un proveedor de seguridad?

Un factor determinante es la implantación nacional, no la implantación nacional teórica, ya que muchas empresas dicen “llego a donde tú quieras”, sino la implantación nacional de facto, real.

También es fundamental para nosotros la cercanía, la inmediatez. En Mahou San Miguel lo que tenemos son partners, verdaderos colaboradores, como es el caso de Securitas. Es un socio que está cerca, que se involucra. Es una relación más allá de la de cliente - proveedor. Nuestros distribuidores y la gente que trabaja con nuestra compañía, establecen una relación estrecha, una implicación directa. Por eso estamos con vosotros.

¿Cuál de los servicios que proporcionamos desde Securitas destacarías?

Destacaría la coordinación de servicios y la estandarización de los procedimientos. Cada servicio y cada puesto tiene su autonomía, pero bajo una gestión centralizada. Esto no es fácil, pero trabajamos en ello. Nuestro objetivo es que en Córdoba, en Granada, en Málaga, en Lleida, en Alovera, en los manantiales, en Tenerife, etc., haya una gestión centralizada y además se cumplan los estándares que exige nuestra compañía para garantizar que la experiencia que reciben nuestras visitas y profesionales sea uniforme en todos nuestros centros. La parte de seguridad patrimonial sigue sus estándares, sus procedimientos y sus instrucciones de una manera capilar, es decir, extensible a todas las partes donde Mahou San Miguel tiene sedes, fábricas, centros de producción, etc. En eso trabajamos de manera solidaria y conjuntamente.

También destacaría la parte de consultoría que nos dais, en el más amplio sentido. Por ejemplo, os hemos solicitado desarrollo y preparación de informes de seguridad y analíticas, formación mediante vídeos con recomendaciones de seguridad hacia nuestros empleados, hacia nuestros directivos...

El COVID-19, desde el punto de vista del sector alimentario, ha sido un gran reto que os habrá supuesto cambios ¿no?

Un reto grandísimo, porque, aunque hubo empresas que tuvieron que parar, nosotros hemos continuado trabajando y en las mismas condiciones que había en cuanto a la distribución, transporte, fabricación y elaboración, para que todo llegara a los centros de producción.

Todos recordamos la primera ola y la catástrofe sanitaria que supuso, pero se consiguió que la plantilla de seguridad continuara trabajando con medidas excepcionales, un reto tremendo. En las sedes corporativas, la única presencia humana eran los vigilantes, no había nadie más.

Por otro lado, esta crisis sanitaria supuso un reto que, gracias a la tecnología y a la digitalización, y gracias a la parte de comunicaciones, superamos para que nuestro sistema siguiera funcionando. Pudimos tener con vosotros reuniones virtuales, las visitas que no se podían hacer presencialmente se hacían con los técnicos de cada uno de los centros de producción y los técnicos de seguridad patrimonial. Y se siguen haciendo, hacemos esos checklists de puntos a tratar, de implementación de recursos, de medios. Así continuamos funcionando y la seguridad sigue en marcha.

Por tanto, la respuesta en tiempos de COVID ha sido satisfactoria...

Más que satisfactoria, muy satisfactoria. Y el plan de instalación industrial de los elementos de detección de temperatura supuso una respuesta magnífica.

¿Qué nos puedes decir del papel de los vigilantes de seguridad? Del papel que han jugado como personal presencial.

Para nosotros es esencial, básico. Como os decía, en algunas instalaciones solo había vigilantes. El servicio ha sido fantástico, magnífico, ejemplar. Con la obligación que tenían, ellos podrían haber dicho “me da miedo”, “tengo familia”, como tenemos todos, pero siguieron al pie del cañón.

Para terminar, ¿cuál es tu experiencia personal trabajando con Securitas?

Mi experiencia es muy satisfactoria, sobre todo en el trato con las personas. Valoro mucho cómo la profesionalidad al final se materializa en el trato. Y no solo a nivel personal, es escalable a nivel corporativo e institucional, es decir, de Securitas hacia Mahou San Miguel y viceversa.