A fondo
CRIPTOMONEDAS, ¿UNA REVOLUCIÓN MONETARIA?

Desde el origen de los tiempos, el hombre es eminentemente un ser social, que organizado en comunidades más o menos grandes tiene como objetivo prioritario asegurar su supervivencia. En definitiva, cubrir sus necesidades básicas, como son la alimentación y su seguridad.

Después de miles de años, y tras el paso de muchas generaciones y posiblemente coincidiendo con la llegada de la agricultura, la ganadería y la aparición de los primeros excedentes de producción, se iniciaron las transacciones de tipo comercial, intercambiando productos mediante el trueque.

Sin ser un sistema perfecto, era el único factible y permitió durante miles de años dinamizar la sociedad, consolidar la propiedad privada, propiciar el reparto del trabajo y la especialización.

Con independencia de las dificultades que conlleva localizar a un comprador que quiera algunos racimos de uvas de tu cosecha, y que además te pueda ofrecer huevos a cambio, existen otros múltiples obstáculos que dificultan poder llegar a un acuerdo en la transacción, como son la valoración y la medida para el intercambio, el transporte y, finalmente, el trueque tampoco permite resolver el problema de la reserva de valor.

En la parte alta de la pirámide de Maslow también se encuentran las necesidades sociales, de reconocimiento y autorrealización, y esto tiene mucho que ver con la acumulación de riqueza, la diferenciación y la envidia.

Necesitábamos inventar el dinero y en eso estamos desde el año 1.500 a.C hasta nuestros días. Aproximadamente 2.800 años desde que se acuñaron las primeras monedas en el siglo VII a.C. Según algunos historiadores, esto ocurrió en el antiguo reino de Lidia, hoy Turquía, donde se acuñó la primera moneda en una aleación de oro y plata, con la efigie del rey Creso, que para colmo es conocida con el nombre de “Electrum”.

Los comerciantes aceptan el dinero

En ese momento, los humanos comerciantes y buenos previsores abandonaron la afición de atesorar sal, conchas, colmillos, cristales y cuentas, hojas de tabaco y cualquier otro elemento especial por su rareza o utilidad, y aceptaron para sus faltriqueras los sestercios, maravedís, reales, coronas, doblones, florines, dinares, escudos, pesetas, francos, liras, marcos, euros, libras esterlinas, yenes, el famoso dólar USA, y ahora también quien habla y se maneja con rublos o renminbis, el yuan chino.

Hago mención expresa de la peseta por ser una moneda histórica pero todavía familiar para muchos de nosotros. Se emitió por primera vez en 1868 y estuvo en circulación durante 134 años, hasta su sustitución por el euro el 1 de enero de 2002.

Casi todos guardamos el recuerdo de haber vivido y utilizado la “rubia”, con sus nóminas de cinco cifras, saldos millonarios en las libretas de ahorro y precios sin decimales en los comercios. Y muchos también vivimos en primera persona, y nos tocó sufrir y gestionar su desaparición y sustitución, progresiva pero vertiginosa, que igualmente aceptamos sin ningún reparo.

Parece por tanto que el dinero es algo cambiante, y quizás lo es porque no es perfecto y en cada momento ha de adaptarse a las circunstancias y los condicionantes sociales, políticos y comerciales.

Retrocediendo a la historia anterior a la peseta, desde el siglo XVI, en el Imperio español se utilizaban los reales de plata o de vellón y las coronas y escudos acuñados en oro. El llamado real de a ocho fue la primera divisa global, aceptada en toda Europa, América y en Asia, y la primera referencia de cambio para otras divisas internacionales.

El denominado dólar español del siglo XVI fue la moneda más aceptada en el mundo hasta bien entrado el siglo XIX. En Estados Unidos fue moneda de curso legal hasta 1857, aun cuando el dólar americano de plata se empezó a acuñar en Filadelfia en 1794, según el mandato de Thomas Jefferson. (1)

En la Era Moderna se suceden los cambios, ajustes, formatos y denominaciones del dinero, pero sin embargo el esquema monetario mantiene dos características fundamentales y definitorias que son claves para su aceptación. El dinero es un producto con un valor intrínseco o directamente convertible, y su gobierno y control está reservado a un órgano o estamento centralizado y de confianza.

La deuda

Hasta aquí vemos el concepto del dinero como un medio de intercambio necesario para el establecimiento de las relaciones sociales, comerciales y laborales. Por medio del dinero visualizamos los pagos, los recibos, los salarios y también los ahorros de los ciudadanos de a pie, pero quizás hay algo más detrás del dinero. Parece interesante analizar la función del dinero desde la perspectiva de los gobiernos y los bancos centrales, como la FED y el BCE. La deuda.

La FED, fundada en 1913, es un consorcio privado de 12 bancos federales con la participación de bancos comerciales y una organización muy compleja de nombramientos y rotaciones, donde la toma de decisiones es independiente del Gobierno, aunque se rige por una ley del Congreso de los Estados Unidos. Su misión es determinar las políticas monetarias, fijando el tipo de interés del dólar, gestionar su emisión y custodiar las reservas, y sus objetivos prioritarios: la estabilidad de precios (baja inflación) y mantener el máximo nivel de empleo.

A falta de una monarquía, era preciso crear un estamento central sólido, independiente e inmune a la ley de los hombres y a su vez, un tanto esotérico, enigmático y no auditable. Como si de una dinastía se tratase.

Una manera de abordar el asunto de la deuda pública es analizar el uso que los gobiernos hacen del valor económico generado por la sociedad y el movimiento de las grandes masas monetarias que están a su disposición en momentos cruciales de la historia. Para ello seguimos observando la evolución de los Estados Unidos de América como actual epicentro del imperio económico occidental y su mayor economía, de momento, con sus 30 billones de dólares de deuda externa.

En el periodo entre finales del siglo XVIII y finales del XIX, en el actual territorio de los Estados Unidos, se habían librado cinco grandes guerras, desde la Guerra de Independencia, otra posterior, nuevamente contra los ingleses, luego contra los mejicanos, la Guerra Civil (llamada de Secesión) y la Guerra de Cuba, contra los españoles.

Iniciado el siglo XX, ya con la FED operativa, los americanos vuelven a movilizar su maquinaria en la Primera Guerra Mundial (4,7 millones de soldados), veinte años después entran en la Segunda Guerra Mundial (16 millones de soldados), pasan 5 años más y se inicia la Guerra de Corea (5,7 millones de soldados) y en los 10 años siguientes a Estados Unidos no le queda más remedio que entrar en la Guerra de Vietnam (8,7 millones de soldados).

¿Una sórdida manipulación?

Parece un gasto desorbitado difícil de sustentar con la creación de riqueza, la expansión social y laboral, los avances industriales y científicos o el desarrollo del comercio internacional. Más bien pudiera tratarse de una sórdida manipulación de la política monetaria y de la ley del libre mercado.

Primero llega el crack bursátil en 1929, donde hasta los más modestos ahorradores se habían convertido en avezados y optimistas inversores, y el posterior embargo del oro atesorado por los ciudadanos americanos en el año 1933. Se demoniza el patrón oro y la reserva de valor se hace patrimonio exclusivo del Estado.

La historia continúa y con ella la secuencia de guerras que se van ligando al gran negocio de los ciclos económicos y el crecimiento constante de la deuda pública mundial.

Estamos en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial con todas las reservas de oro y plata, que en una gran parte habían minado los romanos y después los españoles en las cámaras acorazadas de los bancos centrales de algunos países. Se comienzan a generar muchas dudas sobre la estricta aplicación del patrón oro, la devaluación artificial de las divisas y la veracidad de los tipos flotantes de cambio, que impactan decisivamente en la competitividad de los países. En definitiva, ningún país se fía de los demás, pero cada vez se hace más necesario establecer un modelo sólido y verificable para el boom del comercio exterior, el Plan Marshall y el inicio de la reconstrucción de Europa y Japón.

El patrón dólar

En 1944, con el mundo en guerra y una clara hegemonía americana sobre los 44 países firmantes, se establecen los acuerdos de Bretton Woods. Se mantiene el patrón oro pero solamente para el dólar USA (una onza de oro por 35$, en la actualidad 1.850$) y se fijan los tipos de cambio para todas las divisas en referencia con el patrón dólar.

Nuevamente es una intervención política del mercado, ayudas encubiertas al libertador americano, con tipos fijos sobrevalorando el dólar frente al resto de las divisas nacionales, incremento de la deuda, inflación y empobrecimiento social, aderezado todo ello con la creación de todo tipo de organismos de cooperación internacional diseñados para el control y la gobernanza mundial: FMI, Banco Mundial, Naciones Unidas, OMS, UNESCO, OTAN y como estos no acaban de funcionar, más adelante se crean la OCDE, Foro Económico Mundial (Davos), el G7, (G8 con Rusia), el G20 y otros organismos de cooperación internacional que permitan reconstruir la economía y preservar la paz.

https://valordeldolar.cl/blog/patron-oro-del-dolar-como-funcionaba-y-que-consecuencias-trajo-su-final/

Ya en la década de los 60, debido a la presión internacional, especialmente de los franceses que fueron los primeros en desconfiar, los ingleses, que se lo conocían por haber tenido el control del patrón oro en Europa, y en general motivado por el pesimismo en el desarrollo de la guerra de Vietnam, se reclama a la FED el oro depositado en las cámaras del banco central americano a cambio de las reservas en dólares que el resto de los países se habían visto obligados a atesorar. “IN GOLD COIN PAYABLE TO THE BEARER ON DEMAND”.

La respuesta de Richard Nixon en 1971 fue la suspensión unilateral de los acuerdos de Bretton Woods, cancelando la convertibilidad del dólar por oro y supone, por tanto, el nacimiento de la moneda fiduciaria (FIAT), basada en la confianza de la deuda de los gobiernos. El dinero toma un valor determinado políticamente, sin un respaldo en reservas de metales preciosos, activos financieros ni ningún otro tipo de bien, más allá de la propia deuda del Estado. Papelitos de colores.

La vida continúa, aparece la inflación y con más o menos fluctuaciones de los tipos de intercambio se reactiva la economía con una moneda cada vez más débil y un sistema monetario imperfecto y necesariamente intervenido.

Después de la guerra de Vietnam viene la guerra del Golfo, y el siglo XXI se inicia con la guerra de Irak, seguida de la guerra de Afganistán y como remate la pandemia del COVID-19.

Con el nuevo patrón monetario, los gobiernos tienen vía libre para emitir deuda. El dinero FIAT se imprime por orden de la FED y la economía se llena de liquidez para pagar las cuentas pendientes. Solo hay que observar el gráfico de la imprenta de billetes.

Con muchas matizaciones, hechos históricos conocidos y otros no tanto y las opiniones contrarias de los más reputados economistas sobre sus pros y contras, nos encontramos en la primera década del siglo XXI con la experiencia de los dos posibles enfoques monetarios que pueden ofrecer nuestros gobernantes: patrón oro (ahorro) y moneda fiduciaria (deuda).

Un nuevo patrón monetario

¿Podemos pensar en un nuevo patrón monetario que nos acompañe en las próximas décadas y se adopte como el dinero digital del futuro?

Existen, desde final del pasado siglo y hasta nuestros días, importantes avances tecnológicos relacionados con las comunicaciones de audio, datos y vídeo que han modificado sustancialmente nuestras vidas, la manera de trabajar, entablar relaciones sociales y comerciales para la industria, pero también para la sociedad.

Son las redes de telecomunicaciones con sus enlaces, switches, protocolos y procesos de control que permiten la comunicación de extremo a extremo entre particulares (peer to peer), como nunca antes ha sucedido, a una escala global y universal. Comunicaciones inmediatas, sin limitaciones, acompañado a su vez de capacidades computacionales nunca antes conocidas en la palma de nuestra mano.

Es todo lo que necesitábamos para poder contactar con cualquier persona en el otro extremo del mundo, elegir el mejor destino para tu próximo viaje y pagar las reservas de billetes y hoteles, comprar el último gadget en China y recibirlo en pocas horas, monitorizar y comandar el sistema de seguridad de tu domicilio o negocio, publicar, postear, influir, bloguear y remitir copias de la misma tarjeta christmas de Navidad a la lista completa de contactos de tu móvil.

Sin embargo, era preciso unir las comunicaciones digitales con las matemáticas de principio del siglo XX y, en concreto, con las primeras implementaciones de la comunicación criptográfica de la Segunda Guerra Mundial, para que internet nos permita transmitir valor y no solamente copias de documentos digitales.

Es el internet descentralizado, de confianza, seguro, distribuido, verificable, inmutable y no censurable. Es blockchain, concepto aparecido en los años 90, y Bitcoin, la primera aplicación al mundo de los pagos y el intercambio de valor a través del whitepaper de 9 páginas, escrito por Satoshi Nakamoto en 2008. (2)

El bloque génesis de Bitcoin se mina el 9/1/2009 y al sexto día se despliega el software Bitcoin Core entre los primeros validadores y mineros. El creador detrás del seudónimo de Satoshi Nakamoto, desaparece y hasta nuestros días. El denominado oro digital sigue en boca de todos, con más de 1,27 trillones $ en su momento de mayor capitalización en noviembre de 2021 y operando en la red de forma totalmente autónoma, descentralizada y libre de censura.

Una reserva de valor

Con la aparición del Bitcoin podemos pensar en el establecimiento de un nuevo patrón monetario que cumple con todos los requisitos necesarios para ser dinero solvente. Es unidad de medida, reserva de valor, fraccionable, verificable, transmisible, duradero y atesorable, y se soporta en una red de consenso, segura, transparente, inmutable y descentralizada.

Se trata de hacer un uso justo del dinero y garantizar que perdure su valor en el tiempo y en el espacio, permitiendo su transferibilidad, eficiente y segura a todos los individuos conectados, sin necesidad de intermediarios y sin manipulaciones políticas. Dejo por aquí algunas tesis económicas sobre el tema para quien quiera profundizar en el asunto (2) y (3).

Bitcoin es el rey, pero también su aparición supone un detonante para que estalle todo un nuevo movimiento tecnológico, social y económico que contempla el nacimiento de nuevos proyectos, plataformas y sus correspondientes criptomonedas, tokens y comunidades asociadas. El nuevo ecosistema cripto se origina a partir del nacimiento de la red Ethereum, el 30 de julio de 2015.

Esta nueva red y su criptomoneda ETH, ideada por un programador ruso de 19 años de edad llamado Vitálik Buterin, no supone el nacimiento de un competidor de Bitcoin. Se trata de una plataforma computacional de Smart Contracts (dapps o apps descentralizadas) que además de anotar las transacciones de valor en un registro con las mismas características vistas en Bitcoin, permite incluir programas ejecutables dentro de la propia blockchain en un protocolo estándar denominado EVM (Ethereum Virtual Machine).

Gracias a las capacidades conferidas por la EVM, los smart contracts permiten generar tokens fungibles con un estándar definido (ERC 20) con más de 13.400 monedas listadas, Tokens No Fungibles, las ahora famosas NFT (ERC 721), tokens semifungibles (ERC 1155), o las futuras SBT, Sould Bound Tokens, NFT’s ligadas al alma de su tenedor, como su identidad, su biometría o sus logros y certificaciones académicas, que, por tanto, no son transferibles, ni negociables.

Pero hay algo más. Lo verdaderamente importante de las plataformas EVM, con sus dapps de código abierto, es la descentralización del procesamiento. En el salto a la Web 3 no son necesarios los servidores centralizados y gestionados por las grandes compañías tecnológicas.

Como bien sabemos, en la web se ofrecen servicios aparentemente gratuitos: redes sociales, marketplace, plataformas de contenido, navegadores y todo tipo de apps para generar, procesar y traficar con los datos de los usuarios, sus contenidos, sus likes, rutinas, seguidores, etc. Además, con la centralización y las preceptivas cláusulas de consentimiento, autorizamos que se nos censure y suspenda según el juicio y criterio del CEO o la moda dominante.

Un crecimiento mantenido

Hablando de economía, los números son importantes. Si bien se trata de un pedacito todavía microscópico, tanto por su volumen de capitalización como en adopción por parte de los ciudadanos, lo que es bien cierto es que a pesar de su volatilidad y los sucesivos cripto inviernos, su crecimiento se ha mantenido constante desde la fecha de su aparición, con un ascenso muy llamativo a partir del verano de 2020.

En este momento surgen nuevas plataformas y proyectos, en este caso sí para competir con la red Ethereum, que se halla próxima al colapso al haberse rebasado todas las expectativas en cuanto a sus capacidades técnicas de espacio y velocidad. Entre las plataformas más conocidas surgen algunas compatibles EVM como Polygon, Avalanche, Binance Smart Chain, otras propietarias como Solana, Cardano, Polkadot y aparecen también las primeras redes que reivindican soluciones técnicas avanzadas como evolución del blockchain mediante DAGs (Grafos Acíclicos Dirigidos), como el caso de Fantom, IOTA y Hedera.

Simplificando todo esto y quedándonos con el 70-80% del peso de capitalización actual, digamos que la carrera la gana Bitcoin, que a fecha de hoy tiene de media un volumen de transacciones de 20.000 mill. $/día y sigue a distancia Ethereum con 13.900 mill.$/ día. Para completar el volumen total del valor de las transacciones diarias en el mundo cripto, es necesario considerar el tercer pilar que sustenta el ecosistema. Se trata de las monedas estables cuyo valor medio de transacciones asciende a 16.500 mill.$/día. (4)

Por su importancia, merece la pena entrar un poco más a fondo en el tema de las “stablecoins”. El volumen indicado se corresponde a las tres principales monedas estables, que en definitiva son tokens ERC 20 sobre la red Ethereum con su valor vinculado 1:1 al Dólar USA. Las monedas estables son el refugio necesario para protegerse de la volatilidad y son además el medio más aceptado para la realización de pagos, generación de liquidez y el instrumento adecuado para la interoperabilidad entre las diferentes redes a través de los bridges y routers descentralizados.

La tipología de las stablecoins se divide fundamentalmente entre las centralizadas, que están colateralizadas directamente con dólares USA, como en USDT y USDC; y las descentralizadas que en este caso están sobre-colaterizadas con otros cripto activos, como ocurre con DAI. Las monedas estables algorítmicas, como el caso de UST, son una tipología muy posiblemente abocada a su extinción después de haberse evidenciado las vulnerabilidades técnicas ante ataques concertados, conforme a lo sucedido con la plataforma Terra-Luna a primeros del pasado mes de mayo. Asunto en proceso de investigación por parte de la policía y la justicia surcoreana.

Sin embargo, como decía anteriormente, el estándar ERC 20 de Ethereum permite acuñar tokens ilimitadamente, sin ningún control y sin valor alguno salvo para desalmados y estafadores que se aprovechan de incautos cripto aventureros, que nuevamente caen en el timo de la estampita. Se puede considerar que el 95% de los tokens emitidos son elementos digitales sin ningún valor.

Fechas cruciales

Efectivamente, el mundo cripto es una selva donde acechan riesgos a cada paso y donde estamos solos y sin posibilidad de delegar o compartir nuestra responsabilidad, ni reclamar a ningún estamento central o gubernamental. Solamente con una muy buena formación, precaución y experiencia se puede aminorar la probabilidad de ocurrencia y el alcance del impacto sufrido, porque este es un mundo donde los riesgos existen y además se materializan siempre.

Estamos en unas fechas cruciales para el desarrollo y el establecimiento de un nuevo patrón monetario, y desde luego no se va a suceder después de otro “Nixon Shock” como en 1971, pero existen hitos cruciales que ocurrirán en los próximos meses del año en curso, donde realmente podremos comprobar el potencial de esta tecnología y sus posibilidades más allá de los usos del dinero y medios de pago.

Con WEB3 y las técnicas criptográficas veremos evolucionar el mundo de las finanzas descentralizadas (DEFI), el desarrollo de las NFT’s para el mundo del arte y la propiedad intelectual, aplicaciones de las Sould Bound Tokens (SBT) para identidad y credenciales, Gamming, Play to Eran, Metaversos, Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO’s), redes sociales y exchanges descentralizados, aplicaciones de trazabilidad, redes de IoT, sistemas de almacenamiento de datos, oráculos y todo un mundo de aplicaciones y nuevos usos solamente limitado por nuestra creatividad.

Veremos si el talento y la capacidad organizativa de las comunidades de usuarios, desarrolladores y activistas cripto resisten el impacto de los ataques externos. Comprobaremos si existe una solución definitiva, o al menos suficiente, para el trilema cripto de garantizar niveles adecuados de descentralización, seguridad y escalabilidad del ecosistema en un entorno multi cadena con diversos niveles de operación, ejecución y confirmación para llegar a toda la población mundial.

El propio Vitalik, hoy con 28 años, está muy activo en todas las redes sociales como Twitter, Youtube, Discord y Telegram impulsando, desarrollando e informando con plena disposición para dar todo tipo de explicaciones, conferencias, vídeos, incluso contestando mensajes directos.

Yo, por mi parte, que me considero cauto, analítico, paciente y muy precavido en todo lo referente a finanzas, lo dejo aquí servido con la intención de que aquellos lectores que hayan llegado hasta aquí hagan sus propios análisis, reflexiones y consideraciones para tomar buenas decisiones con su dinero.

Este mundo de hoy, que no sabe evolucionar sin guerras, quizás el día de mañana sea un mundo cripto.

(1) https://www.geografiainfinita.com/2020/07/el-real-de-a-ocho-la-primera-divisa-mundial/
(2) https://bitcoin.org/files/bitcoin-paper/bitcoin_es_latam.pdf
(3) https://www.fidelitydigitalassets.com/sites/default/files/documents/bitcoin-alternative-investment.pdf
(4) https://rockstarinnercircle.com/wp-content/uploads/2021/04/Why-Every-Fixed-Income-Investor-Needs-To-Consider-Bitcoin-As-Portfolio-Insurance.pdf

Algunos libros malditos:


Rogelio del Corral